miércoles, 28 de abril de 2010

AHITI

En medio de un panorama desolador, creo que nadie llegará jamás a entender por qué un pueblo tan pobre como ahiti tiene que sumar a sus sufrimientos una tragedia de semejante magnitud como la de verlo todo destruido en segundos y encontrarse con los cuerpos de las familias y conocidos desparramados por las calles o, peor, no encontrarlos jamás.
En ese momento comprendes que ninguna preocupación es real mientras tienes la vida y puedes aferrarte a ella, mientras tienes la oportunidad de luchar cada día por conseguir lo que necesitas.
El polvo lo que lo cubre todo, aún las ganas de continuar. Tus colores, los de la naturaleza, no se ven en Haití; solo existe un espesor en el ambiente que parece haberles borrado de la vida.
Haití necesita sentir que hace parte del mundo, que sus habitantes son seres humanos y que la prioridad de la humanidad continúa siendo la vida.


miércoles, 21 de abril de 2010

¿no somos culpables?


Tú, que comprastes un apartamento a primera linea de playa y sin poder permitirtelo y pensastes “en un par de años lo vendo y me saco unos millones”. A ti, que cambias tu dinero de banco para poder acogerte a un depósito al 8% (cuando los tipos de interés oficiales están dos o tres puntos por debajo). tú, que te has metido en una vivienda financiada a más del 100% y la mayor parte de tu vida que se te va a llevar la mitad de tu sueldo. A ti, que metes tu dinero en bolsa “a ver si en un par de meses sube un 10%” o que vas corriendo a comprar la acción que has oído que “va a ser un pelotazo”, o que inviertes en un fondo esperando revalorizaciones de dos dígitos. A ti, que te has comprado un coche que no podías pagar apoyándote en el préstamo del banco, o te has ido de vacaciones. A tí, que vives por encima de tus posibilidades apurando el límite de tu tarjeta de crédito.
Tú eres el causente de esto.